Ataques de ansiedad (ataques de pánico o crisis de angustia)
Puede pasar que un día, mientras estamos realizando una actividad cualquiera, en un lugar conocido (como por ejemplo: un centro comercial, en el coche, en un trasporte público, en el cine, o sencillamente en el sofá de nuestra casa) experimentemos, de forma repentina y sin saber muy bien porqué, un malestar físico muy intenso.
Algunos de los síntomas que podemos tener podría ser cualquiera de los siguientes: sudores, respiración agitada, ahogo o dificultades para respirar, nerviosismo, dolores intensos (de cabeza, abdominales, etc.) presión en el pecho, palpitaciones, taquicardias, náuseas, inestabilidad, mareos, desmayos, hormigueos o cosquilleos, vértigos, etc.